miércoles, 18 de julio de 2007

EXPLOSION EN EL CENTRO DE NEW YORK EVOCA PANICO DEL 9/11

LAS AUTORIDADES DESCARTAN QUE SEA UN ATENTADO
Una gran explosión en el centro de Nueva York evoca el pánico del 9/11
El alcalde de Nueva York confirma que hay al menos un muerto
Una veintena de personas han ido al hospital, tres de ellos a urgencias

AGENCIAS
NUEVA YORK.- Una fuerte explosión sobrecogió al bullicioso barrio de Manhattan, en el centro de Nueva York, en plena jornada laboral. Se produjo por una excesiva condensación de vapor en una conducción subterránea, según las autoridades, produciendo un gran agujero en el suelo del que salió una inmensa columna de humo que volvió a difuminar el 'skyline' de la ciudad y llenó de escombros los alrededores. El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, informó de que el suceso causó al menos un muerto y una veintena de heridos fue traslada al hospital.
La psicosis y el miedo a un atentado pronto se ha extendido por los aledaños. En las calles se han vivido momentos de pánico, con gente corriendo, con el recuerdo de los atentados del 11 de septiembre. La explosión se ha producido en una hora punta en Manhattan y en una zona muy frecuentada por los miles de personas que acuden a trabajar a diario desde las localidades cercanas a Nueva York y del vecino estado de Conneticut.
La explosión ha hecho que la policía corte el centro de la ciudad al tráfico, se ha producido en la calle 41 de Manhattan, muy cerca de la estación Grand Central de trenes y del emblemático edificio Chrysler. La deflagración se produjo a las (18.00 hora local).
Según las autoridades, la explosión fue debida a una excesiva condensación de vapor en una conducción subterránea. La Oficina de Gestión de Emergencias (OEM) informó de que se produjo la explosión de una tubería de vapor de 50 centímetros de diámetro, instalada en 1924, que provocó un gran socavón de unos cinco metros.
Tanto la policía como el alcalde de Nueva York han descartado cualquier relación con la actividad terrorista. Las imágenes distribuidas por las televisiones locales han mostrado una gran humareda y vapor, así como un autobús escolar quemado por la explosión y un coche hundido.
La policía dijo que una veintena de personas habían sido trasladadas a un hospital. La CNN indicó que tres de los heridos habían sido admitidos en las urgencias del Hospital Presbiteriano de Nueva York.
'Me cayó todo el techo en la cabeza'
"Sonó como una gran explosión... Era una cadena larga de ruidos. Miré por la ventana y vi una gran nube de humo marrón que cubría toda la calle", dijo Liah Winberg, que trabaja en el edificio contiguo frente al que se produjo el suceso. "Me pareció que estaba otra vez en el 11 de septiembre. Fue horroroso", agregó Winberg.
María González, una salvadoreña testigo directo de la explosión y que está siendo atendida por lesiones en el cuello por los servicios sanitarios dijo a Efe que "Cuando iba por las escaleras en el piso 19 noté como si lloviera".
"Me cayó todo el techo del edificio en la cabeza", agregó la víctima, que también explicó que consiguió salir por sí misma del edificio, en el que cree que "todavía queda mucha gente en los pisos de arriba".
Por su parte, otro testigo presencial, el dominicano Luis Santos, responsable del mantenimiento del ascensor del edificio siniestrado, dijo también "sentirse afortunado" por salir ileso de la explosión. "Oí tal explosión que supe que tenía que salir inmediatamente del edificio", señaló Santos.
Ya ocurrió lo mismo en 1989
Por el sistema de alcantarillado y otras conducciones subterráneas salen a las calles de Nueva York millones de litros de vapor procedentes de los sistemas de aire acondicionado y de calefacción de los edificios de la ciudad, que cuenta con algo más de 8 millones de habitantes.
'Oí tal explosión que supe que tenía que salir inmediatamente del edificio', apunta un testigo
El exceso de condensación en esas conducciones de vapor ha ocasionado en más de una ocasión algún incidente, como ocurrió en 1989 cuando una explosión similar causó la muerte de tres personas y numerosos daños materiales en edificios. La explosión ha provocado un gran socavón, del que sale una gran nube de denso humo.
Reuters, en un primer momento, había informado de derrumbamientos en un edificio citando un testigo, sin embargo, la policía neoyorquina indicó que no se había caído, pero que estaba "endeble". Numerosos cristales y casquetes han caído a la calle hiriendo a varias personas.
El recuerdo terrorista del 11-S, en el que murieron 2.000 personas, volvió a la memoria en Nueva York en un momento en el que se habla mucho sobre la posibilidad de que Al Qaeda atente de nuevo durante este verano. Sin embargo, las autoridades no han aumentado el nivel de alerta.

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