domingo, 12 de agosto de 2007

GUERRA CONTRA SUS LETRAS--LA MUSICA ' RAP ' EN EL CENTRO DE LA POLEMICA

Han empezado a pedir a las discográficas que acaben con los temas más polémicos
El concejo de Nueva York anima a los neoyorquinos a no utilizar el término 'n

NUEVA YORK.- La música 'rap' está en el centro de la polémica en Estados Unidos, donde en las últimas semanas se han multiplicado las protestas que piden que las letras de este sonido callejero abandonen las palabras racistas y sexistas.
Son muchas las plataformas sociales que, desde hace unos meses, reclaman que se eliminen del léxico de los 'raperos' estadounidenses una serie de palabras que, a su parecer, encierran connotaciones discriminatorias por raza y sexo, y que son algo común en las letras de este sonido surgido en Nueva York a finales de los setenta.
'Nigga', 'bitch' o 'ho' son algunas de las palabras que levantan ampollas en el país de lo políticamente correcto, gracias a unos significados literales -'negro', 'puta' y 'putita', respectivamente- que suenan demasiado peyorativos, racistas y sexistas en muchos oídos.
Raperos de fama mundial, como 50 Cents o Snoop Dog, y multitud de grupos y solistas menos conocidos en el extranjero, pero con un buen hueco en la industria musical estadounidense, incluyen de manera habitual esos vocablos en sus letras desde hace décadas.
Ahora, sin embargo, hay una parte de la opinión pública de EEUU, acompañada por algunos políticos, que ha decidido echar el freno a lo que ven como un modo más de discriminación por ser de raza negra o mujer, por lo que han empezado a pedir a las discográficas que acaben con los temas más polémicos.
Esta semana Nueva York vivió una manifestación, en pleno Times Square, en la que unas 200 personas exigieron que las palabras "n", "b" y "h", como les llaman para evitar nombrarlas, desaparezcan de las listas de éxitos de Estados Unidos.
A la Gran Manzana, se le sumaron una veintena de ciudades a lo largo y ancho del país, en las que varios centenares de manifestantes salieron a la calle jaleados, principalmente, por el mediático reverendo Al Sharpton y la Red Nacional de Acción que encabeza. El activista afroamericano, que se ha convertido en abanderado de la causa, se manifestó en Detroit (Michigan) ante el Museo Motown, dedicado al mítico ritmo negro de los años sesenta.
"He escogido estar aquí porque este lugar simboliza los tiempos en los que la música entretenía sin insultar", aseguró Sharpton en Detroit, donde denunció que se utilice dinero público para subvencionar a artistas que utilizan esas "palabras prohibidas" o empresas que los distribuyen.
El reverendo se refirió al dinero que algunos estados dedican a la denominada industria del entretenimiento -discográficas, emisoras de radio o canales de televisión-, y que en el caso del estado de Nueva York llega a sumar casi 3 millones de dólares.
"Nuestros opositores utilizan el argumento de la libertad de expresión, pero ¿acaso ellos tienen el derecho de utilizar los impuestos del pueblo para denigrar a las personas?", argumentó.
Apoyo de algunos políticos
Sharpton no es el único que se opone a las inversiones estatales en esa industria mientras el 'rap' utilice palabras sexistas y racistas, ya que la causa también cuenta con el apoyo de algunos políticos, como el senador demócrata de Nueva York Antoine Thompson.
"Muchos jóvenes oyen esas palabras que cantan autores que se denigran a sí mismos. La música debería respetar a todo el mundo, ya se sea mujer, hombre, afroamericano, latino, homosexual o heterosexual", afirmó Thompson.
El senador ha liderado el movimiento político para detener las ayudas económicas al sector, ya que "el dinero del estado de Nueva York no puede ir a manos de compañías que se enriquezcan con ofensas a la mujer y a las minorías". "Si no quieren eliminar esas palabras, el estado debería dejar de facilitarles dinero. Es así de sencillo", aseveró Thompson.
No es la primera vez que el uso de esas palabras centra el debate político y social en Estados Unidos, y el pasado febrero el concejo de Nueva York aprobó una resolución que animaba a los neoyorquinos a no utilizar el término 'nigger', que muchos afroamericanos consideran insultante
y racista.

Fuente.DAVID VALENZUELA (EFE)

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