EFE
Una afluencia de taxis inferior a lo habitual se notaba hoy en las calles y avenidas de Nueva York, en el inicio de una huelga de 48 horas convocada por un sindicato del sector.
Los afiliados al sindicato "Taxi Workers Alliance" protestan por la obligatoriedad de incorporar a sus vehículos, a partir de octubre, avances tecnológicos como un sistema de localización por satélite (GPS) y un dispositivo que permita a los usuarios pagar con tarjeta de crédito, entre otros servicios.
El ayuntamiento ha puesto en marcha un plan para mitigar los posibles perjuicios que pudiera causar a los usuarios este paro laboral, cuyo desarrollo es difícil de precisar y varía mucho según se atienda a estimaciones del colectivo convocante o de la Federación de Conductores de Taxis, que no apoya la huelga.
Fernando Mateo, presidente de la última entidad, señaló hoy que alrededor del 80 por ciento de los taxistas a los que les correspondería trabajar hoy no han secundado el paro, mientras el grupo convocante afirmó que los que están prestando sus servicios no superan el 10 por ciento.
La Comisión del Taxi y Limusinas, que regula el sector, aprobó en mayo pasado un plan que exige a los 13 mil taxis que operan en la ciudad instalar un equipo que permite pagar con tarjeta de crédito y obtener información sobre la ciudad, entre otras ventajas.
Además, establece la necesidad de instalar un sistema GPS, en la confianza de que eso puede mejorar el servicio que se presta al cliente durante un trayecto.
Los convocantes de la huelga consideran que la incorporación de esa moderna tecnología -una condición ligada a recientes aumentos de tarifas- afecta la privacidad de los taxistas, empeora las condiciones de trabajo y agrega una carga financiera por las comisiones por pago con tarjeta.
Agentes de policía vigilaban hoy algunas paradas de taxis en torno a la estación Grand Central, en pleno corazón de Manhattan, y en otros puntos próximos a centros importantes de transporte.
Allí la presencia de un menor número de taxis de lo habitual era notoria, así como una mayor afluencia de bici-taxis en espera de clientes.
Bhairavi Desai, directora ejecutiva del sindicato convocante, señaló hoy durante una conferencia de prensa que el paro estaba siendo un éxito y que los taxistas estaban unidos en sus reivindicaciones y en reclamar "dignidad en su trabajo".
El alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, resaltó el martes al anunciar los planes que tenía el ayuntamiento para hacer frente a la huelga que se habían aprobado dos incrementos significativos de tarifas a cambio de mejorar la atención al cliente.
También avanzó que no se tolerarían acciones intimidatorias o amenazadoras hacia aquellos profesionales que decidiesen trabajar en estos días y que para evitarlo se reforzarían los servicios de algunos taxis y la presencia policial en las estaciones de trenes, los aeropuertos y otras paradas de taxis.
Además, las medidas de contingencia previstas permiten que los taxistas ofrezcan desplazamientos compartidos a cambio de una tarifa fija por persona más baja de lo habitual.
Así, cada usuario que acepte compartir trayecto entre Manhattan y el aeropuerto de J.F. Kennedy pagará 30 dólares, frente a los 45 habituales, así como 20 dólares en desplazamientos hacia o desde el aeropuerto de La Guardia.
También se han establecido tarifas provisionales para un sistema de zonas en el que los trayectos dentro de ellas costarán 10 dólares y a ello se añadirán otros 5 dólares por área diferente a la que se viaja o por la que se atraviesa durante el recorrido.
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